22 de abril de 2011

[Análisis] Braid



Este juego se puede decir que lo descubrimos el pasado sábado en el cumple de Charly y CC. Tras una tarde de vicio absoluto y una cena de lo más chachi e ignorando por completo al primer clásico (por un día no daña) nos pusieron en la Play3 el Braid y, al ver su temática, Krower y yo nos enganchamos. Y aunque CC nos dijera que no lo había para PC al día siguiente Krower ya se lo había bajado y me pasaba el link de descarga con el juego en castellano.




Y es que fue lanzado para la XBox360 en verano del 2008 mientras que para ordenador se tuvo que esperar hasta marzo del 2009, aparte de su lanzamiento para otras plataformas, como la PS3.

Estamos ante un juego que combina plataformas en 2D con puzzles, con una música brillante y unos gráficos de lo más coloridos. Se podría decir que es una mezcla de Super Mario con el Prince of Persia:Las Arenas del Tiempo, ya que alterar el flujo temporal será la clave para ir superando los distintos niveles.


La parte de Mario nos la recuerda por el enfoque de plataformeo ya mencionado, sumándole la historia: el protagonista es Tim, un joven que pretende rescatar a su princesa de las garras de un monstruo.



Pero os aviso, no os dejéis engañar por el dinamismo simple del juego; el argumento promete y mucho, siendo una auténtica obra maestra difícil de entrever y que, al ser tan ambiguo, ha traído de cabeza a mucha gente para investigarlo y dejando incluso algunas incógnitas en el aire (a raíz de ambos finales y lo lleno de significado y simbolismo que está cada ápice del juego).


Braid está dividido en 6 mundos, representados por las distintas habitaciones de la casa del propio Tim; para avanzar, necesitaremos reunir todas las piezas de puzzle que encontraremos diseminadas por cada pantalla (si queremos desbloquear el mundo 1) y para lo cual, necesitaremos devanarnos los sesos más de una vez.

El manejo de Tim es de lo más simple: nos limitaremos a avanzar y a saltar (para derribar enemigos habrá que saltar sobre ellos, como en el Mario) y, cuando se presente la ocasión, avanzar o retroceder en el tiempo. La dificultad de dichos retos irá aumentando y variando conforme superemos los niveles.


Lista de mundos:
- Casa de Tim: no es considerado un mundo en sí, pero desde él podremos acceder al resto de mundos y manipular los rompecabezas.
- 2. Tiempo y perdón - rebobinar el tiempo será crucial para conseguir las piezas.
3. Tiempo y misterio - igual que el anterior, pero con objetos y enemigos que no les afecta el rebobinado temporal.
- 4. Tempo y lugar - el propio Tim será el que, al avanzar o retroceder, active hacia adelante o atrás el flujo temporal (izquierda hacia atrás y derecha hacia adelante).
- 5. Tiempo y decisión - después de rebobinar en el tiempo, una sombra de Tim reproducirá sus últimos movimientos, algo que deberemos usar para pasarlo.
- 6. Duda - Tim podrá usar un anillo el cual ralentiza el tiempo a su alrededor, incluyendo al propio Tim.
- 1 - último nivel que se desbloquea completando todos los puzzles de cada nivel. El tiempo funciona al revés, haciendo que si rebobinamos en el tiempo, éste vuelva a su estado normal.
- Epílogo - no es un mundo propiamente dicho, sino que nos ayudará a interpretar el argumento enrevesado del juego siendo otro puzzle a resolver (fijaos en ambos tipos de libros).



Pero no acaba aquí la cosa, y es que una vez que hayamos completado el juego, se nos activará el modo Pruebas de Velocidad, retándonos a completar los puzzles en un tiempo mínimo, además de que podremos también reunir las estrellas de la constelación que vemos en el cielo, no siendo nada sencillo encontrarlas. Juntar todas las estrellitas tendrá su recompensa y esque podremos visualizar el final alternativo de la historia, algo que nos despejará todas las dudas sobre este argumento tan metafórico.

En cuanto a los gráficos son delicados y llamativos; un lienzo dibujado con precisas pinceladas y cargado de un dinamismo singular. Los detalles están muy trabajados, alterándose el movimiento de los fondos cuando alteramos el flujo del tiempo. La música, variable, sofisticada y exquisita, muy acorde con el modo de juego.


En resumen, estamos ante un auténtica obra maestra, un básico, siempre y cuando tengas paciencia y te gusten muchos los puzzles, porque si no, puede que no lo disfrutes como merece, ya que podemos decir que el argumento en sí es otro rompecabezas y no os dejará indiferentes...

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